El ejercicio libera endorfinas y dopamina
Cuando se trata de aumentar la velocidad, la fuerza y la recuperación, la hormona del crecimiento (GH), y más concretamente la hormona del crecimiento humano (hGH), se ha promocionado a menudo como una forma de obtener una ventaja. Sin embargo, los deportistas deben conocer los riesgos asociados a la hormona del crecimiento desde el punto de vista de la salud y del deporte limpio.
Los seres humanos producen de forma natural la hormona del crecimiento, que controla el crecimiento del cuerpo desde la infancia hasta la edad adulta, pero no actúa directamente sobre los huesos y los músculos. Cuando la hormona del crecimiento es liberada por la hipófisis en el cerebro, circula por la sangre y estimula la liberación de una proteína llamada IGF-1 desde el hígado. La proteína IGF-1 es la que, en última instancia, estimula el crecimiento de huesos, músculos y otros tejidos.
Sí. La hormona del crecimiento se encuentra en la categoría de agentes anabolizantes de la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y está prohibida en todo momento y para todos los niveles de deportistas, incluidos los deportistas de élite, júnior y masters. Incluso si un médico te ha recetado hormona del crecimiento para alguna de las afecciones que se mencionan a continuación, se requiere una Autorización de Uso Terapéutico (AUT) aprobada para utilizar la hormona del crecimiento en el deporte.
¿Se libera dopamina durante el ejercicio?
Dra. Nicky Keay (BA, MA (Cantab), MB, BChir, MRCP)La Dra. Keay es especialista en endocrinología y medicina deportiva y del ejercicio. Desde que finalizó su licenciatura en Cambridge y su formación clínica en el Hospital St. Bartholomew’s, ha llevado a cabo una amplia labor clínica y de investigación en endocrinología y medicina del deporte y del ejercicio. Entre otras cosas, ha estudiado el efecto del entrenamiento y la nutrición en el sistema endocrino y ha formado parte de un equipo internacional que trabaja en el desarrollo de pruebas para detectar el dopaje en los atletas.
La hormona deportiva endorfina
En la película Fletch, estrenada el mismo año en que se fundó ACE (1985), el cómico Chevy Chase interpreta el papel de Irwin “Fletch” Fletcher, un reportero que trabaja de incógnito para destapar el tráfico de drogas en las playas de Los Ángeles. En el curso de su investigación, Fletch adopta una variedad de personajes creativos a medida que identifica a los empresarios y policías corruptos implicados en la red de narcotráfico. En una escena, Fletch se hace pasar por mecánico de aviones e intenta entrar en un hangar diciendo que estaba allí para comprobar los rodamientos de bolas. “Todo son rodamientos hoy en día”, es una de las frases más memorables de esta icónica película de los 80.
Si trabaja como entrenador personal o instructor de fitness en grupo, sin duda le habrán preguntado cómo puede ayudar el ejercicio a alguien a alcanzar un objetivo concreto. Si quieres una forma divertida pero honesta de responder a estas preguntas, puedes canalizar tu Fletch interior respondiendo: “Hoy en día todo son hormonas”.
El sistema endocrino regula la producción de hormonas, que son sustancias químicas que controlan las funciones celulares. Las hormonas pueden afectar a un gran número de células, pero sólo influyen en las que tienen receptores específicos. Las hormonas controlan una serie de reacciones fisiológicas del organismo, como el metabolismo energético, los procesos reproductivos, el crecimiento de los tejidos, los niveles de hidratación, la síntesis y degradación de las proteínas musculares y el estado de ánimo. Las hormonas son responsables tanto de la construcción de nuevos músculos como de ayudar a quemar grasa, por lo que es importante conocer cuáles se liberan en relación con el ejercicio, así como comprender las funciones fisiológicas en las que influyen.
Endorfinas liberadas durante el ejercicio
La eritropoyetina (EPO) es una hormona producida principalmente por unas células especializadas llamadas células intersticiales del riñón. Una vez producida, actúa sobre los glóbulos rojos para protegerlos contra su destrucción. Al mismo tiempo, estimula las células madre de la médula ósea para aumentar la producción de glóbulos rojos.
Aunque no se conocen bien los mecanismos exactos que controlan la producción de eritropoyetina, se sabe que las células especializadas del riñón son capaces de detectar y responder a niveles bajos de oxígeno (hipoxemia) mediante el aumento de la producción de eritropoyetina. Cuando hay suficiente oxígeno en la circulación sanguínea, la producción de eritropoyetina se reduce, pero cuando los niveles de oxígeno disminuyen, la producción de eritropoyetina aumenta. Se trata de un mecanismo adaptativo, ya que facilita la producción de más glóbulos rojos para transportar más oxígeno por el organismo, aumentando así los niveles de oxígeno en los tejidos. Por ejemplo, al trasladarse a una gran altitud, la presión atmosférica desciende y esto puede provocar una hipoxia que estimule un aumento de la producción de eritropoyetina. En estados de bajo nivel de oxígeno, las personas corren el riesgo de desarrollar hipoxia, es decir, privación de oxígeno. La hipoxia también puede producirse cuando la ventilación de los pulmones es deficiente, como ocurre en las enfermedades pulmonares crónicas, el enfisema y las enfermedades cardiovasculares. La producción de eritropoyetina se reduce en ciertas afecciones como la insuficiencia renal, enfermedades crónicas como el VIH/SIDA y ciertos tipos de cáncer, así como en enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide.